Buenas tardes,
Visitamos un piso y desde ese día hasta el día de hoy, pasados ya mes y medio, nos hemos hecho mala sangre durante todo el proceso, que ha ido nada más que a peor. Os advierto de que el texto es largo, pero es largo porque no escatimo en detalles para que los hechos estén lo menos sesgados posible. Muchas gracias por vuestra atención. El texto sigue en otro comentario porque veo que paso el límite de caracteres permitidos.
Para empezar, y esto es lo que nos provoca más impotencia,
nos engañaron en cuanto al parte de visita. Y sí, nos engañaron, ya he usado el verbo correcto. La chica nos dio a firmar el parte de visita, así como quien no quiere la cosa, con prisa, como que se le olvidaba,
"ay, es una tontería", TRAS ver el piso (no antes) y contándonos que era
una firmita de nada que a ella le ayudaba a justificar que habíamos visto el piso y que ella estaba trabajando. Nos pasó una tablet para que firmara (yo, mi pareja no) y en esa tablet no se veía ningún documento, solo una parte en blanco donde debíamos firmar, tal y como se observa en este vídeo, de la empresa que hizo la aplicación que ellos usaron, allá por el minuto 2:30.
https://www.youtube.com/watch?v=sFQTqD3XD68Como además, la tablet estaba en horizontal, la parte de documento que aún se puede apreciar en el vídeo, en nuestro caso no se veía. Absolutamente nada. Nosotros teníamos en frente eso en blanco para firmar y nada más, con una pestañita arriba que ponía "parte de visita". Tontos de nosotros, al no ver nada, ni letra grande ni pequeña, y en ese momento de "tontería", no pedimos leer nada (no vimos nada, en ese momento piensas que no hay nada que leer... creo que todos entendéis la situación del momento). Pensamos que lo ideal y correcto era ofrecernos a leer el documento, nosotros decimos que sí, que no, lo que sea, y si decimos que sí, le da a la pestañita de firmar, se abre la ventana que nos pasó, y nosotros firmamos. Pero no. No nos ofreció a leer nada.
Nos gusta el piso, vamos a la inmobiliaria a que nos hagan cuatro números, y damos los 3.000 € de paga y señal, no en formato contrato de arras sino en formato "paga y señal que es papel mojado, si necesitáis más tiempo cambiamos la fecha en un momento, y no pasa nada".
Esos 3.000 € se nos devuelven solo si no conseguimos la hipoteca. Esa misma tarde, buscando la calle del piso para enseñarlo a nuestros curiosos familiares, damos con el anuncio particular de nuestro piso, evidentemente más barato. Decimos, ¡joder, qué putada no haberlo visto antes! Ya teníamos 3.000 € dados y no podíamos echarnos atrás. Bueno, ningún problema, los números que nos han hecho en la inmobiliaria salen y nos gusta el piso.
Acudimos a los bancos, todo este proceso, y nos cierran las puertas en casi todos, y en el que no, nos ofrecen una cuota variable de 800 €. El hombre, muy amablemente, nos recomienda que pasemos de esa hipoteca, que nos la considera denegada y ya está. Nos vemos desolados porque nos veíamos sin hipoteca alguna y sin piso.
Comentamos esto a la inmobiliaria y, viendo el panorama, le pedimos a la coordinadora de ventas que lleva nuestro caso que,
si fuera tan amable, contactara con la propietaria para intentar negociar el precio. Nos dice que lo intentará, pero que la propietaria dijo que no iba a bajar el precio el primer día. Nosotros le decimos que lo entendemos, pero que aun así, viendo que se nos está poniendo prácticamente imposible la hipoteca, queremos comentárselo igualmente porque igual así, viendo que tiene posibilidades de perder la venta por no poder comprar el piso, se lo piensa. Nos dice la mujer que de acuerdo, que intentará contactar con ella. Nos responde al día siguiente diciendo que ha sido imposible negociar y que si hemos visto un anuncio particular con un precio más bajo, es porque
unas fincas publicaron por error ese anuncio. Pero que el precio es el que es.
Primer indicio de olor a chamusquina: nosotros habíamos visto perfectamente en ese anuncio el contacto particular, con el número de teléfono de la propietaria y su nombre. Lo del anuncio por error no cuela. Aquí no sabemos si ha pasado de comentarle nada, o si la propietaria está mintiendo. Nos inclinamos a pensar lo primero, ya que somos conscientes de que hablar con la propietaria implica, quizá, una propuesta de rebajar sus comisiones (10.000 €, en ese momento no sabíamos cuáles eran). ¿No era más fácil comentarnos que el negocio del precio era innegociable porque la diferencia entre un anuncio y lo que nosotros sabemos son sus lógicas comisiones? No, mejor mentirnos comentando que si había diferencia de precio era por un supuesto anuncio erróneo de otras fincas. Nos quedamos pensando en que no había llamado a la propietaria, sinceramente.
Llegados a este punto, la mujer nos propone ponernos en contacto con un banco que saben que es flexible, porque ellos trabajan con un par o tres de bancos. Nosotros, siempre interesados en el piso, le decimos que sí, que lo agradeceríamos. Nos reunimos con el director del banco, nos cuenta, manda a estudio nuestra situación, y nos encontramos con que debemos ir a la oficina a hablar sobre un par de dudas que nos quedaron, y ahí nos cuentan que la mujer de la inmobiliaria va llamando o enviando correos para preguntar cómo va la cosa, si ya está el estudio finalizado, si se nos concede, si vamos a firmar.
Nos quedamos con la mosca detrás de la oreja porque en ningún momento dijimos tener prisa, y la propietaria el día de la visita nos comentó que si podíamos hacerlo sin prisas, porque tiene a su madre con la pierna rota y quisiera esperar a que se recuperara para hacer una mudanza. Nosotros le decimos que ningún problema, que a nosotros también nos va bien porque nos vamos a quedar prácticamente pelados de dinero si todo sale bien, y es un sueldo más que acumulamos si se alarga la cosa un mes. Pero la de la inmobiliaria presiona y le dice al banco que, por favor, nos coja de reunión en cuanto podamos, para comentarnos ya todo porque la propietaria dice tener prisa por firmar. Es decir, que el banco nos hace el favor de cogernos prácticamente fuera de su horario creyendo que nos está haciendo el favor de nuestra vida. Nos comenta lo que nos ha dicho la inmobiliaria y nosotros volvemos a oler a chamusquina porque recordábamos la petición de no tener prisa, y ahora esta prisa repentina nos extrañaba. Siempre conscientes de que deben ser tácticas de la inmobiliaria para firmar ya porque los únicos que tienen prisa por cobrar son ellos, pero también dejando bien claro que no queríamos mentiras ni inventos, que eso no nos está gustando un pelo. Además, tampoco nos gusta eso de hablar con el banco para una operación que se supone entre el banco y nosotros, y punto. Tengan relación, o contactos.
Nosotros creemos firmemente que tienen una confidencialidad por cumplir y que tienen que esperar a que nosotros les contemos cómo ha ido con el banco. Se resuelve el estudio y nos dicen que la hipoteca está preconcedida, pero
con el condicionante de que la tasación tiene que salir por 10.000 € más del precio de compra, como mínimo. Nos hacen pagar la tasación, y nos dicen que el tasador del banco llamará a la inmobiliaria para ponerse de acuerdo con el día de la tasación.
Llamamos expresamente a la inmobiliaria para preguntar si nosotros podemos estar presentes, y la mujer nos dice que sí. Entonces le pedimos que, por favor, cuando tengan acordado día y hora, me llame para ver si podía ir. Ahí cambia su actitud y me dice que tenemos derecho a ir pero con la boca pequeña, y que no nos vayamos a pensar que podemos ir cambiando día y hora según nuestra conveniencia. Le digo que no pretendemos eso en ningún momento, solo pedimos que nos llamen y, si podemos ir, iremos; y si no, no. Cuelgo y vuelvo a oler a chamusquina desde lejos: por más que me asegura que me llamará, y estando en todo mi derecho con petición hecha a propósito, huelo que en ningún momento nadie me llamará para mi petición de estar presente en la tasación, y más viendo el cambio de actitud durante la llamada.
Y así fue. Pasan los días, el pago para la tasación fue un martes y estábamos a lunes, a las 9:30 de la mañana llamo a la inmobiliaria para saber si ya había fecha y hora para la tasación. La mujer me dice que la tasación es en media hora, que qué mala suerte que ya no voy a llegar. Ahí tendría que haberle cantado las cuarenta ya porque ciertamente yo ya no podía llegar a la tasación aunque hubiera querido, pero es que si no llega a ser por mi llamada la tasación se realiza y yo me entero a toro pasado, como ya me había olido. Por algún motivo, sé que no quieren que coincidamos comprador y vendedor.
Y la tasación sale mal. Es raro porque la tasación tiene la casualidad de que sale exactamente por el mismo precio de venta, así que de momento la hipoteca se da por denegada. El banco me llama para comentármelo y me dice que la inmobiliaria ya lo sabe, yo honestamente me vuelvo a preguntar por qué tiene que saberlo la inmobilaria antes que yo, pero dejo que hable. Me comenta que aún está la opción de reclamar la tasación, que han pasado el informe a la inmobiliaria para que busquen algún fallo, y si no también está la opción de ir a comisión de riesgos para que, en lugar de darnos un 80 % del valor, nos den el 85 %. Le comento que antes de llegar a este punto quisiéramos volver a intentar negociar con la propietaria, si os soy sincera cuando no había salido la diferencia esa de 10.000, pensaba que comisión de riesgos significaba mirar de darnos esa diferencia.
Como no queremos una hipoteca con cuotas más altas, comento lo de intentar negociar el precio antes de llegar a ese punto. La mujer del banco me dice que eso sería lo ideal (textualmente), así que le digo que ellos no paren ningún proceso, pero que nosotros por nuestro lado vamos a intentar la otra vía. Quedamos así. Llamo a la inmobiliaria para comentar la situación, efectivamente no esconden que ya lo saben, y les vuelvo a comentar lo de negociar.
Me dice la mujer, de nuevo con la boca pequeña, que ya nos dijo que la propietaria había dicho que era innegociable, que no se bajaba el precio. Insistimos, porque creemos que estamos en nuestro derecho de quemar cartuchos. Nos dice que intentará contactar con ella esa misma tarde o durante el día siguiente, y que si no, que ya que nos poníamos con el fin de semana, ya podíamos esperar a ver qué decía el banco.
Mi pareja la llama expresamente para recalcarle que nuestra prioridad es primero intentar negociar, y luego, si no sale, el banco. Porque ya nos olíamos que lo de llamar a la propietaria eran largas y ya nos plantábamos con la respuesta del banco.
Nos dice que no, que va a hacerlo así, y que si nada de eso sale bien ya nos tendríamos que sentar las tres partes a hablar.
Todo esto creyendo que nuestra operación significaba aumentar en 10.000 la hipoteca, lo recuerdo para que se tenga en cuenta que evidentemente queríamos hablar antes para negociar, antes que tirar por el banco. ¿Por qué nadie nos comenta que comisión de riesgos no comporta eso? No lo sabemos. Quizá creyeron que nosotros ya sabíamos lo que significaba. Nosotros tampoco preguntamos, dimos por hecho que implicaba darnos un % más de dinero. Todos con errores, nosotros incluidos. Pasan dos días y a mí me extraña que la inmobiliaria no me haya enviado un correo para decirme que era innegociable. Sin señales de vida. Ahí ya se me enciende la bombilla del enfado y la intuición y
decido llamar a la propietaria para cerciorarme de dos cosas:
a) Que si realmente tenía prisa por salir ya, porque a nosotros nos metían prisa y no queríamos firmar con tanta prisa, pero que si ella lo necesitaba pues nada, que tampoco íbamos a decir que no.
b) Efectivamente, quería cerciorarme de esa bajada de precio innegociable
Para mi sorpresa, aunque no tanta porque por algún motivo llamé,
la propietaria me dice que no es verdad ni lo primero, ni lo segundo. Que, de hecho, ella ha tenido que llamar dos veces para preguntar cómo iba todo porque la inmobiliaria no le ha informado de absolutamente nada y a ella le extrañaba que, pasado un mes, no le dieran noticias. Pero que a ella no le han llamado ni una sola vez, para ninguna cosa. Me comenta que es cierto que el día que habló de condiciones con la inmobiliaria comentó que ella no quería bajar de tal precio, pero que eso fue el primer día de todo, antes de aparecer nosotros en escena, pero que la inmobiliaria me tenía que haber comentado que así era en lugar de decirme que la habían llamado no una, sino dos veces, y que ambas había dicho que no. Yo opino igual que ella, vas de cara mejor que diciéndome que has llamado dos veces a la propietaria. Me es indiferente si esto son técnicas de venta, de marketing, como se quiera llamar... La honestidad siempre por delante, y no las mentiras. Cuando le comento la parte de la supuesta publicación por error del anuncio por parte de otra finca alucina, me comenta que ese anuncio es suyo y que no sabe ni de dónde se ha sacado esa historia.
Nosotros ya estábamos muy enfadados y decepcionados con la finca, y ahí se nos pasa por la cabeza que no nos parece justo tener que pagarles por un trabajo mal hecho, poco hecho y con una transparencia bajo cero.[
b] Y pido por favor que no se dude de esto, porque he contado todo tal y como es y no tengo necesidad de contar esta gran historia mintiendo, tengo cosas mejores que hacer en la vida que inventarme todo esto. Nosotros hasta el momento de esa llamada íbamos con la inmobiliaria[/b]. De forma total, aunque hubiera cosas que no nos cuadraran. Y además, como ella tenía el precio más bajo, igual con su precio sí podíamos acceder a la hipoteca sin problemas. Pero tras esa llamada, mentiras, ocultaciones, en fin, todo lo contado, decidimos que no queremos hacer la compra con ellos, por los motivos que acabo de exponer.
Es aquí,
ES AQUÍ, cuando nos damos cuenta de lo que significaba el parte de visita. Mi pareja abre el correo para recopilar todos los documentos, y abre el PDF de la copia del parte de visita. Nos damos cuenta un mes más tarde, pero en realidad da igual que nos hubiéramos dado cuenta al llegar a casa porque el parte, una vez firmado, es lo que es, al día siguiente o al mes siguiente, una vez firmado poco hay que hacer. Os podéis imaginar el mal rato, el cabreo, la impotencia, hasta mis lágrimas, al ver que me hicieron firmar algo plantándolo como una tontería y yo había firmado una vinculación que me obligaba a hacer la compra con ellos. Si encima de engañada, yo siento que además de eso han hecho cosas que han hecho muy mal, y que encima poco puedo hacer, os podéis imaginar cómo estamos desde hace unos días. Recuerdo una vez tras otra el momento, lo que me dijo que era, la tontería que era, el “firma aquí” y la tablet en blanco, en fin, mala sangre.
Aquí decidimos parar todo, porque queremos consultar con un abogado qué se puede hacer con toda esta situación, porque además la hipoteca, hasta nuestro conocimiento, no está concedida, y viendo cómo han ido todos estos actos queremos ver cómo de legal es inducirnos a error con el tema de la hoja de visita. Vamos al banco y, además,
les pedimos que a partir de ese momento no les den más datos de nuestra operación y relación a la inmobiliaria, porque ya hemos perdido la confianza. Le preguntamos si a día de hoy (de ese día) nos podía dar un papel conforme la hipoteca está denegada, y nos dice que por supuesto. No lo pedimos, no sé si esto ha sido un error o no, pero dijimos que solo era por saberlo.
Hablo con la inmobiliaria y me encuentro con una sarta de excusas surrealistas: que a la propietaria no le sonaba el precio del anuncio particular y por eso nos dijo que era un error de otras fincas, que si le estábamos intentando no pagar por su trabajo, que como la propietaria había dicho que era innegociable el primer día que por eso no la llamó ninguna vez (es decir,
reconociendo habernos mentido), que a la tasación los compradores normalmente no van, que yo igualmente no habría podido ir (no te jode, te llamo YO a la 9:30 y me dices que es a las 10...), que en la tasación nosotros no pintábamos mucho,
que para qué queríamos ir a la tasación (tres veces me pidió explicaciones de algo que ella me aseguró que yo tenía derecho de hacer y que me llamaría, así que no hay explicaciones que pedir)
que yo le había pedido ayuda con los bancos y ahora yo me estaba ofendiendo , porque llamaba preguntando cuándo se acababa el proceso (y yo agradezco que nos pusiera en contacto, pero nada más, no tengo que ponerle el culo a todo por ello), que si quería que no llamara al banco se lo tenía que haber pedido de antemano (esto me pareció surreal del todo, tienes que avisar a la gente de que no vaya preguntando por una operación que no es suya se ve). En fin, que en lugar de disculparse por haber hecho las cosas mintiendo o mal, la tipa se nos puso aún más chula entre pedir explicaciones y defender que esa era su manera de cubrir su trabajo, incluyendo el parte de visita. Le comento que a mí
me parece fenomenal que necesiten cubrir su trabajo con cláusulas, pero que lo que es un engaño, una ocultación, una jugarreta, es no contarme lo que estoy firmando y decirme claramente que el papel que firmo es solo una justificación de visita y trabajo, y que ahí había estado el fallo, ofrecerme una tablet en blanco y no darme el documento y decirme que si quiero un par de minutos para leerlo. Y que los malos, los de las malas artes, somos nosotros, hablando con la propietaria por detrás. Ahí me pongo calentita y le digo que yo no tengo ninguna prohibición de ello y que, precisamente, si he optado por llamarla, es porque me estaba sintiendo engañada y parte de ese trabajo que ella había dicho hacer, lo tenía que hacer yo visto lo visto, que por eso llamé. Por último, le comento que además me parece una cláusula abusiva, pues para cubrirse bien el trabajo pone que "ni yo, ni mi pareja de hecho/cónyugue/pareja de derecho, ni mis familiares hasta segundo grado, ni personal LABORAL vinculado". Lo siento, esto lo expuse como mera opinión, pero lo de que mi jefe no pueda comprar ese piso me parece una burrada abusiva de cláusula. Pero esto se lo comenté como opinión, nada que destacar.