ELPERIODICO.COM 270807
El apagón de Barcelona impulsa la contratación de pólizas de seguro
• Aseguradoras y bufetes de abogados de nuevo cuño popularizan el uso de la defensa jurídica

• La firma Legálitas, pionera en la consultoría telefónica, logra crecimientos anuales del 100%


Un cliente de Endesa pide explicaciones en una oficina de atención al cliente de la eléctrica en la calle Segle XX tras el apagón de julio. Foto: RICARD CUGAT MÁS INFORMACIÓN
Los nuevos bufetes ofrecen abogado a rentas más modestas
Reclamar en piña
Solo 17 entidades compiten en el pujante ramo de la cobertura jurídica
MANEL TORREJÓN
BARCELONA
Ante el pisoteo de sus derechos, los españoles han evolucionado de la pataleta improductiva a la reclamación formal. De esa tendencia queda constancia en la exigencia de indemnizaciones por parte de quienes sufrieron el apagón de Barcelona y que ha estimulado negocios vinculados al derecho. La nueva mentalidad --alentada por la estafa de los sellos (Fórum Filatélico y Afinsa) y por el caos del aeropuerto de El Prat y de Renfe-- beneficia a los despachos de abogados de toda la vida y, sobre todo, a los nuevos modelos de negocio en el gremio de la toga, que proponen poner un letrado en la vida del 80% de los ciudadanos que nunca han puesto los pies en un bufete.
Se trata de empresas que dicen democratizar el acceso a un abogado. Con el argumento de unos precios módicos, en el caso de las firmas de consulta jurídica por teléfono e internet. O con el reclamo de una cobertura de seguros ante un imprevisto y caro litigio judicial, en el caso de las aseguradoras que operan en el pujante y aún desconocido ramo de la defensa jurídica.

ALZAS DEL 100%
El rápido éxito de Legálitas --atiende particulares desde el 2002-- es el mejor ejemplo de la irrupción de una nueva tipología de firmas de servicios jurídicos. Por una "cuota familiar" de 88 euros al año, esta firma atiende 12 consultas jurídicas al año: desde qué medidas emprender contra el vecino ruidoso a cómo responder a los incumplimientos de una operadora de telecomunicaciones. La firma ha explicado su innovador concepto de letrado de cabecera a través de insistentes cuñas en radio. Hoy tienen 180.000 clientes particulares. Y ocho millones más a través de acuerdos con empresas, el primer público al que se dirigieron, en 1999. "Hemos crecido un 100% anual en los tres últimos años", dice el director general adjunto, Juan Pardo. Este año la facturación subirá un 60%, hasta los 19 millones de euros.
La aseguradora Arag, una empresa mucho más veterana, también vive un momento dulce. En Alemania cubre riesgos de defensa jurídica --en caso de conflicto con otra parte, se hace cargo del pago de los servicios jurídicos necesarios-- desde hace 70 años. La filial española nació en los 90, con la cobertura de siniestros jurídicos relacionados con el automóvil. Ahora los siniestros vinculados a otros ámbitos --hogar, vecinos, derechos del consumidor, etc-- suponen ya el 45% de la cartera. Este año las primas sumarán 105 millones de euros, el 8% más.
Arag y Legálitas tienen en la vivienda --contratos de compra, reclamación por defectos, etcétera-- la principal fuente de consultas.

350 BUFETES
La nueva hornada de empresas, ¿compite con el despacho tradicional? Ellos dicen que no. "Damos trabajo a 350 bufetes pequeños", subraya Tusell, de Arag. La filial española da empleo a más de 1.000 abogados que se ciñen a la asesoría y la actividad aseguradora. Legálitas solo emplea abogados --más de 200-- para la atención telemática a sus clientes. Cuando se agota la vía extrajudicial, toma el relevo el despacho de siempre. Según Pardo, "solo en el 2% de las consultas hay que ir a juicio. En ese caso, derivamos el cliente a despachos con los que hay acuerdos".
La red de despachos Col.lectiu Ronda ha apostado por el abogado de cabecera. Para ofrecer un servicio. Y para fidelizar su clientela. El servicio de consulta y de despacho, todo en uno. Según Anna Tomé, presidenta del consejo rector de esta cooperativa de bufetes, la cultura de la reclamación gana terreno. "En cambio, la conciencia de derechos laborales ha retrocedido", dice Tomé, que recuerda los orígenes de Col.lectiu Ronda como despacho laboralista. Consultas sin límite, por 73 euros al año (más 42 euros de entrada), para el abonado al modo jurídico-laboral.

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AFICIONADO A LOS FOROS DE SEGUROS