La compra de chatarra puede ayudar a apoyar la industria del reciclaje y reducir la cantidad de metal que termina en los vertederos. Ahorro de costos: la chatarra a menudo se vende a un precio más bajo en comparación con el metal nuevo, lo que la convierte en una opción atractiva para quienes necesitan metal para un proyecto pero desean mantener los costos bajos.