"Nunca tendrás una puta casa". Este lema ha unido las voces de 5.000/15.000 personas, (estimaciones de Guardia Urbana y organizadores, respectivamente) durante más de dos horas por el centro de Barcelona. Son las voces de los jóvenes que reivindican el derecho a una vivienda.
Tras concentrarse, en la Plaza Catalunya con casi una hora de retraso, los asistentes a la manifestación, tras la marcha por diversas calles principales sin incidentes, regresaron a Plaza Catalunya, donde algunos de los participantes tenían previsto acampar una noche con sus tiendas de campaña.
Poco antes del término de la protesta, los organizadores repartieron ante el edificio de la Cambra de la Propietat Urbana centenares de catálogos de inmobiliarias que fueron rotos y lanzados al aire mientras se leían algunos de los anuncios. Los manifestantes, que portaban globos para simular la burbuja inmobiliaria, los rompieron durante el recorrido.
Estos actos han tenido lugar quince días antes de que se celebre una cumbre de ministros de Vivienda de la Unión Europea en Barcelona, según ha recordado la entidad organizadora.
Anoche, en ese mismo escenario, los ocupantes de la docena de tiendas de campaña instaladas en el césped de esta céntrica plaza fueron desalojados por agentes antidisturbios de los Mossos d'Esquadra y de la Guardia Urbana minutos antes de las 2.00 horas. 'Se trataba de un campamento simbólico y reivindicativo que no generaba ninguna molestia ni a los peatones ni al tráfico', han señalado desde la Asamblea.
Hoy se han realizado varios actos, como un almuerzo popular, talleres y charlas sobre el derecho a una vivienda.
Lo comentan en
La Vanguardia y
Terra.